…” ¿Y qué hay de Dios? Cantábamos
No hay como nuestro Dios, y ahora cantamos ‘no hay Dios’,
pero cantamos, nosotros todavía cantamos” …
Yehuda Amijai, del poema “Los judíos”.
Tiempo.
Oro que se hace arena
y vuela.
Tiempo.
Misterio. Memoria.
A pesar del tiempo.
Tiempo. ¿Cuestión de medida?
Un minuto de mirada a los ojos amados,
¿dura los mismos sesenta segundos de mirada al médico, en espera de un diagnóstico?
Matar el tiempo, aunque la vida está ahí,
rozándonos la cara
con una rosa fresca.
Cerca. Lejos.
Medimos las distancias
en función del tiempo.
Tiempo profano.
Tiempo sagrado.
Tiempo cíclico.
Cada Iamim Noraim volvemos a encontrarnos.
Somos los mismos. Aunque no lo somos.
El tiempo nos modificó.
Y somos ese niño que veía enorme, el patio de la escuela.
Y somos el adulto que ofrece
nuevas interpretaciones a realidades viejas.
Tiempo.
Consagrar el tiempo. Mancillarlo.
Entre una y otra opción, un arco iris de posibilidades.
Tiempo.
Arena que
se hace viento.
Tiempo.
Vida que nos fue dada.
Cada uno elige.
Por Paula Margules