Editorial


Por LAURA SILBERMAN SWISZCZ

Queridos lectores:

El tiempo es un concepto fascinante y misterioso. Desde los comienzos de la civilización, intentamos definir su significado a través de la filosofía y la física. Einstein lo relacionó con el espacio en su famosa Teoría de la relatividad. Como individuos, lo percibimos de manera subjetiva, a veces muy lento y otras demasiado veloz, según aquello que estemos atravesando.

Todas las culturas celebran cada vuelta al sol desde siempre. Sin embargo, como explica nuestro Rab Ale en sus prédicas, el pueblo judío mantiene un romance especial con el tiempo desde hace milenios. Durante siglos fuimos los constructores de “catedrales en el tiempo” que se materializan en cada Shabat y festividad de nuestro calendario.

Este año la Comunidad Amijai festeja sus primeros 30 años con un gran “lejaim por la vida”. Porque son 30 años de vida comunitaria y educación, de crecimiento y liderazgo, de espiritualidad y mitzvot, de plegaria y música. De tiempo judío bien vivido.

Por eso, la edición de este año del Anuario Amijai se suma a todas las hermosas celebraciones de este cumpleaños y dedica su contenido a homenajear sus comienzos, su presente y también su futuro. Podrán leer aquí acerca del nacimiento de Amijai y la epopeya de aquellas familias fundadoras, sobre sus sueños y desafíos. Están también plasmados los hitos y momentos de gran trascendencia, como la construcción del Beit Hakneset, este templo maravilloso.

Además de la historia, hay un presente vibrante y pleno de vida. Con el liderazgo espiritual de nuestro Rab Ale, continúan llegando familias e individuos en una búsqueda personal y a la vez comunitaria. Este crecimiento lo vemos en los increíbles servicios de Shabat, rebosantes de gente cada viernes a la noche; en los servicios de Shajarit los sábados a la mañana, cada vez más numerosos. Y en la cantidad asombrosa de socios y amigos que nos siguen desde el interior del país y desde ciudades de todo el planeta a través de internet y las redes sociales.

Cada área o departamento de Amijai está reflejado en una nota, teñida con una reflexión llena de emoción por quienes lideran cada espacio. Porque no queda más que sentir orgullo y alegría frente a tantas propuestas y actividades realizadas con esfuerzo, pero también con mucho amor.

Como broche de oro, estamos festejando este cumpleaños de la Comunidad Amijai a través de la forma más elevada de la espiritualidad, como es la música. Tenemos la brajá y la emoción de comenzar el nuevo año en el Teatro Colón con un Kabalat Shabat Sinfónico, que ha sido declarado de Interés Cultural por la Legislatura porteña. Sabemos que quedará como otro hito histórico de nuestra querida comunidad.

Además de los artículos que este grupo editorial ha elegido, contamos con enormes y valiosos colaboradores que nos honran con su presencia. Agradecemos el aporte de Marcos Aguinis y de Paula Margules. Es también un honor para nosotros contar con una nota de Eyal Sela, embajador del Estado de Israel en la Argentina. A todos ellos: ¡muchas gracias!

Por otra parte, recibimos numerosos saludos y felicitaciones de prestigiosas instituciones por nuestro aniversario. Nuestros lectores podrán encontrarlos en las páginas de este Anuario digital.

El tiempo como concepto quizás sea difícil de definir. Pero aquí, en Amijai tenemos claro que debemos honrarlo con trabajo, con respeto y con mitzvot. Y qué mejor momento para esto que la celebración de un nuevo aniversario simbólico de la Creación del hombre y la mujer. Quiera D’s que en este tiempo sagrado todos podamos evaluar nuestras vidas, hacer un valioso balance del alma y elegir seguir construyendo vida judía en esta maravillosa Comunidad Amijai.

¡Shaná Tová Umetuká!

Laura Silberman de Swiszcz
Directora Editorial

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